A modo de introducción:
Un cambio social fluido solo puede materializarse si se dan dos circunstancias. Uno, el sistema de valores humanos, que consiste en nuestros entendimientos y creencias, debe ser actualizado y modificado a través de la educación y una reflexiva introspección. Dos, el ambiente que rodea ese sistema de valores debe cambiar para apoyar la nueva visión del mundo. La interacción entre el sistema de valores de una persona y su medio ambiente es lo que influye al comportamiento humano.
Por ejemplo, en nuestra cultura, la "ética" es en realidad como una cuestión relativa, puesto que nuestro sistema social promueve y premia la competencia y el interés personal. Esta perspectiva no solo nos "lleva" a un comportamiento aberrante… directamente lo crea. La corrupción es la norma en nuestra sociedad y la mayoría de la gente no lo ve, puesto que desde que la sociedad apoya este comportamiento, es considerado correcto y normal, de forma relativa.
Dado este entendimiento, hay una falacia que ha emergido: ciertos grupos son considerados "corruptos" y todos los demás son "buenos". Esta es la antigua visión del mundo de "ellos y nosotros" la cual no tiene bases empíricas, puesto que todo es, nuevamente, una cuestión de grado.
Por ejemplo, hay un gran movimiento de gente que constantemente habla de Nuevo Orden Mundial. Ésta noción sostiene que hay un grupo elite de personas que ha estado tratando de dominar el mundo por un largo tiempo, y ha manipulado la sociedad de varias maneras para conseguir sus metas.
Esto, por supuesto, es verdad en cierto punto.
Pero, el problema de esta apreciación es que este “grupo” no es un grupo en absoluto. Es una tendencia.
Si sacaras a toda la gente de arriba que son quienes están metidos en el control hegemónico global, será cuestión de tiempo para que otro grupo se abra paso con la misma ambición. Por lo tanto, no son los individuos o los grupos determinados el problema. Son en realidad las condiciones sobre las cuales esta gente ha sido condicionada y adoctrinada. Por supuesto muchos discuten sobre este punto de vista con la noción escapista de que es "la naturaleza humana" la causante de la competitividad y la necesidad de dominación. Esto no tiene base en los hechos. En realidad, nosotros somos casi pizarrones en blanco cuando nacemos y es nuestro entorno el que forma quiénes somos y cómo nos comportamos.
Por lo tanto, para que un verdadero cambio ocurra, debemos pasar menos tiempo luchando con los productos de esta estructura social enferma y más tiempo en intentar solucionar las causas de fondo de los problemas. Tan difícil e intimidante como puede ser el pensar de esta forma, es la única manera en que nuestro mundo cambiará para mejor.
Podemos continuar aplastando a las hormigas que salen debajo del refrigerador, pero hasta que no quitemos la comida podrida que está detrás, simplemente seguirán saliendo.